Quienes nos conocéis de años atràs ya sabréis de nuestra pasión por los aromas y de nuestra apuesta por Ladenac Milano para llevaros las mejores fragancias hasta vuestro hogar, oficina o negocio. Y es que una buena decoración o un buen trabajo de interiorismo muchas veces se diferencia por la apuesta por ese olorcito que nos encanta y hacemos nuestro al entrar en casa o al abrir cada mañana la puerta de nuestro negocio. Por ello, desde Cenemar os ofrecemos una amplia gama de productos tanto en formato de vela como en mikado, para que podáis dar ese toque final tan especial en cualquiera de las estancias anteriormente mencionadas.
La apuesta para esta temporada por nuestra parte no es otra sino la colección Bois de Russie, con un a fragancia suave, elegante y sofisticada que nos invita a un viaje sensorial hasta los fríos y húmedos bosques de Rusia entremezclándose con finas gotas de incienso, creando un ambiente cálido y agradable sin igual.
Pero la colección Bois de Russie no es sólo un aroma o una delicada fragancia, sino que más bien podríamos decir que es una joya, uno de esos regalos que a muchos nos encantaría recibir en cualquier momento especial, y es que sus envases son auténticas joyas.
Joyas inspiradas en los famosos huevos de Fabergé, con forma de huevo de pascua,y creados por el orfebre del mismo nombre a finales del siglo XIX para la casa real rusa, y que aún hoy día son considerados como obras maestras de la orfebrería. Pero, ¿conocéis la historia de estos famosos huevos?
Pues así, a grandes rasgos, conocemos que éstos comenzaron a fabricarse en el año 1885 cuando el Zar Alejandro III encargó un huevo de pascua como regalo para su esposa debido a la importancia y simbolismo que éstos poseen en la celebración de la pascua ortodoxa; para ello, el joyero Carl fabergé se inspiró en uno de los huevos existentes dentro de las colecciones reales danesas, de donde era originaria la emperatriz, quien al recibirlo, le gustó tantísimo que el Zar le ordenó a Fabergé fabricar uno distinto cada año con el imperativo de que éste fuera único cada año y que encerrase un regalo en su interior.
Se conoce que se fabricaron unas 69 unidades por el orfebre Fabergé, aunque únicamente se conservan 61, y a día de hoy son considerados como uno de los tesoros más valiosos puesto que su decoración consta de láminas de oro, zafiros, rubíes, esmeraldas, … escondiendo siempre otro pequeño tesoro en su interior.
Como veis, una bonita historia es lo que envuelve a estos famosos huevos de fabergé con un halo de romanticismo y lujo extremo, y que han servido de inspiración para la colección Bois de Russie escondiendo en su interior una agradable fragancia acorde al glamour de su recipiente que, estamos seguros, os encantará tanto como a nosotros.
De entre los diversos diseños existentes, estoy segura de que cada uno elegirá uno como favorito, bien sea por motivos de gusto, de vivencias o de recuerdos, aunque quizás los más característicos para mí resulten los de color con rayas de plata y pedrería, y más concretamente, el de tono verde puesto que fue el primer regalo de este estilo que recibí hace ya unos cuantos años.
Personalmente me encanta y creo que es un regalo excepcional tanto para uno mismo como para un detalle de empresa o para ese alguien especial que sabemos que verdaderamente lo apreciará.