Empezamos 2024 más preocupados de lo habitual en cuanto a temas económicos se refiere y es que, a tan sólo dos días del inicio de año, el bombardeo de noticias más bien desalentadoras, sigue en aumento.
Nos encontramos en uno de esos momentos claves de la historia, en el que parece que la economía mundial comienza a vivir otro revés y a afectar a prácticamente todos los sectores de la sociedad; y es que quizás ya no recordamos bien lo que significó la crisis del 2008, y … 16 años después, todo apunta a que nos hemos acostumbrado a esta nueva realidad de crisis e inestabilidad.
En 2020 llegó la pandemia, y su superación vino de la mano de un ferviente consumismo que hizo reflotar muchos sectores de nuestra sociedad. Sin embargo, llevamos ya varios meses hablando de crisis, de ertes, de reducciones de plantillas e, incluso, de ventas y cierres de importantes empresas de distintas índoles, mientras que por el contrario, en la calle, sigue existiendo un consumo que hace que resulte incluso imposible poder comer en un restaurante de improviso y sin reserva previa o, como ocurrió en estas navidades en Valencia, tratar de tomar un café en una cafetería y tener que hacer colas de más de 30 minutos en la calle hasta poder entrar. Y claro, viendo estas estampas de consumismo, es prácticamente imposible que nadie pueda pensar que estamos ante una mala situación económica tal y como no dejan de avisarnos en noticias y periódicos
Y ante todo esta situación, el sector cerámico no es inmune a ello, sino más bien, éste siempre se ha caracterizado por ser una de las industrias que primeramente comienza a sentir en sus propias carnes los descensos y caídas de los mercados, tanto es así, que en estos momentos, no dejan de avisarnos de la que se nos viene encima; y ello podemos verlo en la cantidad de empresas que en estos momentos se encuentran en Erte, con paros de producción o, incluso, a la espera de echar el cierre y “bajar la persiana”.
Desde mi punto de vista, el azulejo se encuentra en uno de esos momentos de auge, donde el diseño y la innovación prima cada día más en cada una de sus colecciones, pudiendo disfrutar de catálogos cual museo de arte se tratase. Sin embargo, los costes de producción, del gas, de la electricidad van aumentando de modo exponencial hasta el punto en que fabricar un azulejo puede resultar muchísimo más elevado del precio que el consumidor esté dispuesto a pagar por él, con lo que la producción española se encuentra ahora mismo ante una situación de vulnerabilidad y desprotección frente a otros mercados como, por ejemplo, el de la India, quien ha irrumpido en nuestro país rompiendo precios y creando un gran abismo entre el “made in Spain” y el “made in India”, abismos que, por supuesto, también podemos encontrar en la calidad del acabado entre ambos.
Otro de los factores que ha ayudado a agravar la situación del sector cerámico ha sido el cierre de mercados como el de Argelia, país quien desde hace ya unos 3 años , vetó todo tipo de mercancías provenientes de España rompiendo así una relación comercial de casi 40 años, habiéndose convertido éste durante más de 30 años en uno de los más importantes destinos para el azulejo español.
Veremos como avanza 2024 y esperamos que todo quede en un pequeño susto que no haga sino que obligar a las “mentes pensantes” a proponer nuevas ideas y nuevos retos que consigan avanzar e incluso volver a innovar en la cerámica, puesto que si en algo es buen conocedor este sector, no es sino en tambalearse y volver a levantarse con más fuerza si cabe.
Está claro que aún quedan muchas cosas por limar o por cambiar del funcionamiento en general, y ello quizás pueda venir por la esencia de muchas de las principales empresas de la provincia de Castellón, quienes siguen siendo mayoritariamente, empresas familiares en las que trabajan padres, hijos, hermanos, tíos.. y ello, a pesar de generar grandes oportunidades, en ocasiones también puede resultar complicado para incorporar ciertos avances y cambios en sus estructuras más intrínsecas.
Como comentaba anteriormente, hemos vivido un 2023 en el que la cerámica ha estado presente en muchos ámbitos de nuestra vida cotidiana, en el que muchos de los actuales influencers mostraban sus reformas en redes sociales creando una necesidad al resto de consumidores de utilizar azulejo para cualquiera de sus proyectos, bien fuera una pequeña mesa de restaurante como el suelo de todo un hogar, y ésto, posiblemente haya creado una corriente que ha ido beneficiando, principalmente, a la venta online de cerámica, quien a día de hoy sigue resistiendo e, incluso me atrevería a decir, que además en aumento.
Así que, concluyendo este nuevo panorama con el que hemos iniciado el año, no nos queda sino trabajar duro y avanzar en este complicado sector que, si bien a los que nos gusta nos trae muchas alegrías, no podemos negar que también conlleva consigo muchos dolores de cabeza, aunque si bien es cierto, ¿Qué sería de la vida sin sus pequeñas complicaciones? Así que nada, a mirar el futuro con optimismo y a plantearse nuevos retos a conseguir en este 2024 !!