Que la cerámica no deja de sorprendernos, es una afirmación bastante evidente a estas alturas, pero por si creíamos que lo habíamos visto todo, llega Chao Chen para sorprendernos con un increíble proyecto, con la cerámica como protagonista pero esta vez, desde una perspectiva en la que podríamos decir que incluso cobra vida.
Basándose en la reacción de las piñas, Chao Chen se dedicó a estudiar las propiedades que hacen que se cierren sus hojas en condiciones climatológicas húmedas y se abran con el calor. Una vez averiguado, mediante el sistema de bio-mimetización construyó un material de laminado cerámico que pudiera tener las mismas propiedades de la piña sin necesidad de ninguma estructura mecánica ni sistema de electricidad; consiguiendo unas piezas cerámicas o azulejos que se doblaban y desdoblaban según las condiciones de humedad existentes.
Se trata de una auténtica revolución en el sector cerámico puesto que sus aplicaciones podrían ser infinitas, ofreciendo grandes oportunidades a los ingenieros e arquitectos de crear espacios y edificios capaces de adaptarse a las condiciones metereológicas de cada zona, aprovechando mejor las de sol y creando protecciones en caso de lluvia y humedad.
Sería una idea genial para parques y zonas públicas, donde podrían crearse unos espacios abiertos al sol, pero que en el momento que comenzara a llover, esta cerámica se desplegara creando una zona de protección a modo de paraguas. Y qué me decís de poder crear una estructura a modo de celosía decorativa en las fachadas de los edificios, que nos protegiera de las humedades en los días de lluvia.
Como podéis ver, si este proyecto se llegara a llevar a cabo, instalándose en el sector cerámico, las posibilidades con las que nos encontraríamos serían tantas, que pienso que nos encontraríamos ante una verdadera revolución del sector azulejero.
Para más información, no dudéis en visitar la web de Chao Chen en http://www.chaochen-design.com.
Fuente: http://www.chaochen-design.com